- Óleo de José Manuel Arango
- VIENDO DORMIR AL HIJO
1
Qué bello cuando duerme:
de costado, una rodilla recogida,
indefenso.La mano palma arriba
abierta,
el pelo enmarañado.2
Pero ahora comienza a agitarse.
La respiración se le ataranta.
Es que sueña.3
Y esa queja en el sueño,
desconsolada:
¿en qué sueña?
¿de qué se duele?Yo que soy su padre,
no sé de qué se duele.4
Es sobre todo, hermosa
su mano palma arriba:
abierta,
vacía. - José Manuel Arango
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