martes, 3 de marzo de 2009


Entrego mis pertenencias a la nada y desde ellas me revuelco en las llagas de su ceniza. Este reo se escapó. Atajó su presente en el instante y los segundos metafísicos ya no corren. ¡Anda vida ingrata! Deshecha mis fantasías, que yo las reciclaré y las pondré junto al cuchillo que no logras enterrarme.

Aún me levanto, desordeno mis pensamientos y el resultado es la avería de mi programación. Se pixela. A veces vienen colores intensos que me envuelven y me dilatan las pupilas en una locomotora. La carretera está desierta, ningún auto se detiene a ayudarme y tengo ampollas en los pies. Pero me acuesto en el asfalto y miro el cielo tranquilamente. ¡Qué importa si el trayecto desapareció! Si debo mendigar un plato de comida que al fin y al cabo me pertenece. Si el terremoto me desequilibra y debo esquivar los escombros que caen del techo.

Las calles ¡JÁ! Ese cuadro inmóvil; Esa corriente con chatarra y carne uniformada. La acojo, me la inyecto. ¡Los huesos se entrecortan! ¡La respiración cruje! ¡Sangre en el estómago! ¡Hambre ácida! ¡DEJA DE PENSAR IMBÉCIL! ¡RÍNDETE! La esperma de tu vela no sirve para la luz. Todo es oscuridad. Pero reposo en la cima de una montaña y el vacío del firmamento me llena; Pero escucho el susurro de las ramas en el bosque y su caricia me devuelve los matices; Pero me dejo llevar por un río. ¡JA! Y la orilla no me importa.

Tus garabatos impredecibles no bastan. El revólver que tengo en frente no me intimida. ¿Quieres erradicar este cultivo ilícito para sembrar flores imaginarias? ¡Pues dile a tus espectros que quebraré el espejo y vagaré herido! Tendrán que torturarme len-ta-men-te y sin piedad.

¡NO PIDO PERDÓN! Continuaré con mis gritos. Abriré las puertas muro sin importar cuán largo sea el corredor. ¡Traicionera! Corta la soga de las escaleras eléctricas; Detén la soga; Reemplaza mis huellas con un acantilado; Tira las pistas al tóxico. ¿No puedo editar la película? Pues entonces deberé escarbar en la tierra hasta encontrar otra semilla o mi ataúd.

¡LO REITERO! No estoy dispuesto a entregar el alma que no es mía. Es salvaje, indomable. Las agujas que colocas en el sendero me las saco con los colmillos y hago collares. También turbinas. Con ellas surco la música. Bailo sobre este charco de lágrimas.

¡Esta proyección es solemne! ¡Esta soledad es solemne! ¡Crezco en el amanecer! ¡Crezco en el ocaso! ¡Crezco en la roca! Quemo esta ropa y me fumo el ripio. ¡Soy humo! No poseo forma. Me expando, me desvanezco, me desintegro pero ahora floto en tus circuitos. Estos cables, estos tuercas, estos botones, estos controles ¡Este puto engranaje no sirve para nada ¡PARA NADA!

Hago una jodida fiesta. A sabotear. Los invito a todos. Escupan a sus patrones. Pateen a los profesores, a los policías. No nos olvidemos de llenar la piscina de mierda y arrojar al presidente y su gabinete. De desnudarnos y hacer el amor y toda la noche. Mientras los sacerdotes se esconden a lavarse el culo con agua bendita para expiarlo del pecado.

¡No estoy sucio! Exilio a dios y su proceso hipócrita. Que se lleve su balanza adulterada y los documentos criminales que acumula para el juicio fascista. ¡Que nos devuelva la tierra usurpada por sus patéticas promesas!

Derrumbar la pared etérea; Desechar la materia inútil; Cortar cada hilo manipulador; Resetear las cartas y lanzarlas al aire; Profanar los lugares prohibidos; Corromper el espíritu; Desolar la propiedad privada; Desbocar al inconsciente; Embriagarnos con el ocio; Olvidar el porvenir; Extraviarnos en la bruma; Saborear la intensidad y las cicatrices; DESTRUIRLO TO-DO.


Mauricio Manco.

No hay comentarios: